jueves, 1 de julio de 2010

Skóper is


Hace no mucho que me doy cuenta de las personas que se dedican a practicar el “voyeur social”, una practica que se desarrolla en las redes sociales donde el usuario es un personaje que no interactúa simplemente se mantiene al margen de la actividad social contemplando la actividad de los el resto de sus contactos sociales, y que a veces hace esporádicas apariciones cuando sucede un acto realmente digno de ser resaltado en su entorno social o su entorno de red social, es ahora que trato de definir a este perfil de personalidad y lo he bautizado como “Skóper” .
Del griego skóp - s k o p- ' m i r a r d e t e n i d a m e n t e ' -
Investigando al respecto encontré varios estudios interesantes que hablan de la «pulsión escópica» que no podría ser capaz de redactar una nota tan completa al respecto de este tema es por eso que dejo la nota a los expertos, si te interesa investiga mas del tema AQUÍ


A continuación dejo un análisis que es sin duda un excelente esquema que describe estos nuevos parámetros de conducta del voyeur contemporáneo donde hay que tomar nota la fecha que se realizo 2005, estamos en el 2010 y seguimos en la búsqueda de una definición:

El voyeurismo, como expresión inmadura y narcisista de la sexualidad, poco tiene que ver con el Otro, más que como objeto de uso o cosificación para sus satisfacciones no genitales. De allí que sus fantasías y conductas lo invadan de tal modo hasta perturbar su vida sexual, social y laboral. El hombre contemporáneo, a su vez, ha reducido su mundo al tamaño de las pulgadas de su pantalla. Y esta pantalla parece ser la expresión social de la democratización del narcisismo: ella es el lugar por donde pasa la vida, toda la realidad resplandece a través de la producción electrónica de imágenes, es el sitio que aglutina proyectos y sueños. Y todo en la pantalla aparece en su espectral desnudez: el discurso, sobre todo el político, despojado ya de contenido y relevancia, desnuda su intrascendencia. La presencia cada vez más recurrente de la muerte en vivo y en directo desnuda la fragilidad de la vida y los márgenes cada vez más estrechos de seguridad personal y social. La omnipresencia de la publicidad desnuda, a su vez, la insatisfacción del hombre en tanto sujeto deseante de consumo. La perfección de unos cuerpos modifica las reglas del deseo sensual, lo convierte en virtual y, por lo tanto, en frío y superficial - Gabriel COCIMANO, ob.cit.-

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